La flexibilidad, así como la movilidad o la variabilidad, son características de una edificación que se derivan de la arquitectura adaptable.
El concepto de adaptabilidad deriva de procesos del mundo orgánico. Describe la acomodación de un organismo o de distintos miembros de él a su medio, para conservar o mejorar las condiciones de vida (Bubner, 1979).
La adaptabilidad en la arquitectura es la característica que puede definirse como el potencial de un edificio para acomodarse pasivamente o responder activamente a distintas funciones o condiciones externas (Medlin, Richard L., 1979). Se concibe para dar respuesta a cambios rápidos en el entorno o en la condición de los usuarios, donde la arquitectura estática representaría en sí misma una limitación. Al abordar la arquitectura adaptable es evidente que hablamos de la noción de cambio o incluso, de movimiento.
Aunque la arquitectura vernácula de algunos pueblos primitivos es adaptable como resultado de un proceso espontáneo, los edificios adaptables de la era moderna nacen de la reflexión y del proyecto.
FLEXIBILIDAD
La arquitectura flexible es aquella que responde a distintas funciones, patrones de uso y a distintos requerimientos de parte de los usuarios, todo esto proyectado a través del tiempo. Se sujeta al cambio y ha sido concebida para ser funcional ante distintas circunstancias de uso. No se estanca. Es atemporal. Por esta razón, en un espacio flexible, la forma no está fijada excesivamente a una función.
En la mayoría de los casos, las exigencias diarias de cambio de un edificio serán más frecuentes en el interior que en la envoltura externa. Si los sistemas que definen el espacio interior y el equipamiento son independientes física y estructuralmente de la envoltura externa, podrán redistribuirse libremente para satisfacer las exigencias cuando estas se produzcan. Cabe destacar, sin embargo, que según Medlin (1979), esto no significa que un edificio flexible posea espacios en extremo holgados con ambientes impersonales y sin carácter. En vez de eso, la flexibilidad en la arquitectura busca crear edificios que integren cuidadosamente sistemas ideados para ser capaces de responder a nuevas y variadas situaciones.
"la arquitectura flexible es aquella que responde a distintas funciones, patrones de uso y a distintos requerimientos de parte de los usuarios, todo esto proyectado a través del tiempo."
Hoy en día, las dinámicas de la vida contemporánea caracterizadas por la inmediatez, la multiculturalidad, el consumismo y la efimeridad, requieren contenedores aptos para el cambio constante. Se requiere espacios flexibles. Este hecho se evidencia con mayor claridad en el caso de las viviendas.
Graziella Trovato (2009) establece cuatro motivos fundamentales que refuerzan la idea de la importancia de crear viviendas flexibles hoy en día,
La necesidad de adecuarnos a los cambios continuos que impone el consumo: los objetos de uso cotidiano cambian continuamente y estamos obligados a familiarizarnos con sus nuevas características de forma y uso;
Al mismo tiempo que el espacio vital se reduce por los altos costos de la propiedad, aumentan las necesidades de almacenamiento y eso porque, entre otras cosas, poseemos más objetos, complementos, etc.
El hogar contemporáneo es inestable. La vivienda contemporánea no puede responder a las previsiones de una familia estandarizada, sino que tiene que ser capaz de ofrecer alojamiento a los diversos tipos de hogares hoy existentes pensando incluso que estos puedan modificarse en el tiempo;
Finalmente, los flujos migratorios definen metrópolis cada vez más hibridas, plurales y multiculturales donde diferentes hábitos y formas de vida conviven y se confrontan continuamente.
ESTRATEGIAS PARA EL DISEÑO DE ESPACIOS FLEXIBLES
Diseñar para la indeterminación: Diseñar espacios para acomodar diversas funciones.
Diseñar el espacio en bruto: Diseñar una estructura específica y un espacio general permitiendo no sobre diseñar.
Permitir un exceso de holgura: Espacios que no están predeterminados pero que permiten que el usuario pueda apropiarse de estos luego según sus necesidades futuras.
Diseñar para permitir adiciones: Ofrecer la oportunidad de agregar con el tiempo nuevos espacios suministrando puntos de adición natural mediante la creación de conexiones estructurales y/o de instalaciones en los lugares correctos.
Permitir la expansión interna: Facilitar que los espacios puedan ser unidos con otros para crear espacios más grandes mediante elementos divisorios movibles o desmontables. Esto implica también, limitar la incorporación de divisiones internas donde no sean estrictamente necesarias.
Centralizar la infraestructura: Facilitar el acceso y cambio de las redes hidráulicas, eléctricas, de datos, etc.
Simplificar la circulación: Esforzarse porque esta sea centralizada y genérica.
Incorporar partes móviles: Incorporación de elementos corredizos, giratorios o colapsables.
¿POR QUÉ DISEÑAR ESPACIOS FLEXIBLES?
Kronenburg en su libro Flexible Architecture (2007) resume en cinco puntos los beneficios que debe proporcionar una arquitectura flexible:
La vida útil de la edificación será más larga pues no se desactualiza con facilidad;
Mejor capacidad de cumplir con los objetivos ya que es susceptible de adaptarse a los cambios que surgen;
Posibilidad de acoger las intervenciones de los usuarios, incluso si estos cambian con el tiempo;
Capacidad de adaptación a las innovaciones tecnológicas que pueden ser incorporadas en el tiempo;
Solución sustentable ya que resulta rentable ecológica y económicamente.
Aplicar criterios de flexibilidad en el diseño permite que estos puedan adaptarse de forma eficiente a los cambios futuros tanto de usuarios como de tipo de uso. Esto permite edificios más resilientes al paso del tiempo Así mismo permite mayor facilidad de crecimiento o ampliación de determinada edificación.
Arq. René Torres. 2022
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